
El 25 de marzo de 1977
un pelotón especializado emboscó a Rodolfo Walsh en calles de
Buenos Aires con el objetivo de aprehenderlo vivo. Walsh, militante
revolucionario, se resistió, hirió y fue herido a su vez de muerte.
Su cuerpo nunca apareció. El día anterior había escrito lo que
sería su última palabra pública: la Carta Abierta a la Junta Militar.
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